miércoles, 6 de mayo de 2009

¡¡SANTA CRUZ!!

Santa Bárbara está ardiendo y en el departamento tenemos un congreso la semana que viene allí. El viento es tan fuerte que se mueven las puertas de mi casa y parece que alguien las empuja, lo que no creo que sea nada bueno en un incendio. Ya os contaré… de momento estaba en el tercer día de nuestro viaje…
El tercer día empezó en Normandía, desayunamos tres veces por cabeza; total 9 desayunos porque los españoles es lo que tenemos: cuando algo es gratis, arrasamos. Hechas unas bolas nos lanzamos a rodar por la “tarta de fresa” que es Carmel. Carmel es una ciudad costera, con una playa increíble que ha conseguido que sea un lugar turístico, actualmente lleno de tiendas estilo las tiendas de Montana Ave en Los Angeles. Para los que esto no os diga nada (la gran mayoría) son tiendas pijillas, pequeñas con género tan selecto como caro y, generalmente (menos la ropa), llenas de cosas inútiles que no sabemos muy bien quién querrá llevarse a casa, peeero muy bonitas y de esas en las que nada más entrar te dan los buenos días, si te presentas te dicen: “lovely to meet you” y cuando te vas te desean un día maravilloso, y todo esto es gratis también.

Así que entramos en unas cuantas, arreglé mis gafas (que me las había cargado sentándome encima de ellas), compramos sellos, mandamos postales, nos hicimos un bocata cada una con las sobras y a las dos horas aprox. nos fuimos a la playa. Nos fuimos a sentar pero un autóctono al vernos con los bocadillos, nos dijo: you guys are gonna feed the squirrels? because if you are, they’re going to bother me and I want to sleep. Que en castellano quiere decir: soy un rancio y no quiero que nada ni nadie me moleste y también: “si vais a dar de comer a las ardillas iros lejos”. Lo dijo con tan poco tacto que ni respondimos, nos levantamos y nos fuimos a otro lugar, mientras nos alejábamos comprobamos con satisfacción (modo arpías-on) que todas las ardillas iban hacia él. Dimos la vuelta a un seto y descubrimos un lugar especial para nosotras, sin ardillas y sin autóctonos. Comimos y nos quedamos fritas (si habéis seguido un poco las historia en menos de 3 horas desayunamos dos veces y nos comimos un bocadillo cada una). Nos despertó un vendaval espectacular ¡¡y una de nosotras había desaparecido!! Carmen, así que Salvia y yo hicimos amago de ir a buscarla, el amago consistió en ver lo que les costaba a las gaviotas volar en contra del viento y analizar la cantidad de arena que se estrellaba contra nosotras cuando nos levantábamos.

Después de eso decidimos ir hacia el coche, hacerle una llamada perdida y esperar a que su inteligencia privilegiada le llevara a descubrir la intención de la llamada y nuestra localización. Y así fue. Nos pusimos en marcha, conducía yo, pasamos del resto de la península de Monterey (que yo ya conocía porque hacía una semana había estado en un congreso allí) y seguimos hacia el norte, pero apenas avanzamos un poco vi algo increíble a la izquierda de la carretera, me pareció un muelle lleno de focas y no me equivoqué, paramos otra vez y estuvimos un rato viendo las focas, a una nutria que nos salió al paso y alguna que otra gaviota…


el viento era insoportable así que nos metimos enseguida en una especie de bar que había y… ¡premio! ¡A comer otra vez! la comida era increíble, muchísimo pescado fresco y yo me comí una paella que estaba bastante buena. Seguimos nuestro viaje hasta que llegamos a ¡¡SANTA CRUZ!! Ciudad conocida por sus surferos y por esas camisetas que todos hemos visto alguna vez en las que pone eso: SANTA CRUZ. Está hermanada con Santa Cruz de Tenerife, tiene una universidad que debe ser de las más espectaculares del mundo porque está en medio de un bosque de sequoias y unas playas… para mí las mejores, muy parecidas a las de Tenerife. ¿Por qué sé tanto de Santa Cruz? Porque era el sitio al que quería ir. Y lo intenté, pero no pudo ser y ahora mismo me alegro porque para mi tesis estoy donde tenía que estar aunque en aquel momento yo no lo supiera: Life Works in mysterious ways. Pero claro, tenía esa espina clavada y me moría de ganas por conocer la ciudad, la universidad, las playas… Llegamos, dimos un par de vueltas, vimos que las casas eran menos lujosas que en LA, que la ciudad en sí era más sencilla, que había muchísima gente por la calle, vimos el muelle con el tradicional parque de atracciones, vimos un montón de moteles y decidimos entrar en uno que se llamaba Beach Inn y que nosotras decidimos llamar BICHÍN, preguntamos, esta vez probé una nueva fórmula, le dije; “somos tres, pero nos apañamos con un par de camas dobles” y no sé si fue eso, pero [me acabo de quedar de piedra porque acabo de ver un anuncio intentando convencer a las madres para que vacunen a sus hijas contra ¡¡el cáncer cervical!! Pero????!!!!????] total que no sé si fue la forma de decírselo pero directamente nos dio el mejor precio hasta el momento: 70$ que si echáis cuentas es… menos de 25$ cada una con desayuno incluido. Le dijimos que sí al momento y yo le pedí indicaciones para llegar a la universidad, nos dijo que nos iba a hacer un plano. Subimos las cosas y cuando salimos otra vez de la habitación nos había dejado el plano colgando de la puerta, un sol. Cogimos el coche y fuimos a la universidad ¡¡¡qué emoción!!! ¡¡¡qué emoción!!! Y era increíble, preguntamos por el edificio de psicología y llegamos a un edificio general de ciencias sociales pero nos dejamos llevar por la multitud de chicos y chicas que subían hacía un sitio del que salía música y ¡voilà! Había un concierto por y para las mujeres, así que allí que fuimos. Había un grupo de chicas de una Sorority haciendo promoción y claro su letra griega era la PSI y a Carmen se le ocurrió (o a mi, ya no sé) que me tenía que hacer una foto con la letra griega de mi carrera, así que…

[QUÉ VIENTO HACE DIOS MÍO]Pasamos un rato viendo a los universitarios bailando, nos empezamos a dar cuenta de que todos estaban muy buenos (las universitarias también) y no recuerdo cómo el nombre de nuestro hotel se convirtió en un nuevo calificativo para los tíos… ¿cómo diría? Good Looking, hot, buenos. Y empezamos a decir: “¿has visto a ese bichín?” “mira ese bichín” “esto está lleno de bichines” cuando decidimos irnos descubrimos que teníamos cierto atractivo para los bichines ¡ambelibabol! No sé si por el descapotable, porque éramos tres tías solas o porque como íbamos comentado la jugada se dieron cuenta de que les mirábamos, pero vamos, que nos miraban bastante (bichines, bichines, bichines!!


Todos entre los 18 y los 20, la verdad, no entran en nuestro rango de interés, además de que dos de tres tenemos novio). A casa, nos bebimos el resto de la botella de litro y medio del día anterior, yo vi un capítulo de Friday Night Lights (ya no sé ni cuantas series veo) y luego me empeñé (si no recuerdo mal) en salir a ver qué hacían los bichines después de que se pusiera el sol. Pero no había muchas ganas y no sabíamos dónde ir, vimos una patrulla de la policía parada con una niña que iba en su todoterreno con su perro, llegamos hasta una bolera que parecía ser lo único que contenía seres humanos a esa hora, allí yo flipé con una parte de la cultura americana que no había tenido ocasión de ver hasta el momento y que no voy a contar aquí porque sé que me excedería y esto ya está siendo un exceso. Regresamos pronto y la patrulla seguía con la niña (unos 19 años) la habían sacado del coche y estaban inspeccionándolo todo.
NOS FUIMOS A DORMIR.

4 comentarios:

Carmen dijo...

Jajaja, no puedo esperar a la siguiente entrega. Esperemos que no te vueles y acabes en el mundo de Oz.
Yo recuerdo de Santa Cruz lo empachadas que estábamos, después de tantos desayunos, sandwiches en la playa, percadito fresco al lado del mar y encima nachos y vino viendo la serie.

Veruca dijo...

hola,
no sé si hablé contigo al final...eres becaria?

El autogiro dijo...

Yo conozco Carmel por un grupo de jazz vocal con chica cantante que se llamaba así y se hizo famoso con una sola canción a mitad de los '80. Luego porque Clint Eastwood vive allí y allí fue alcalde por el partido republicano durante un año.

Qué fotos más buenas pones por aquí, Gemilla!

Talita dijo...

Carmen.- me volé y acabé en el mundo de Oz como puedes ver por la cantidad de tiempo que llevo sin escribir

Joaquín.- me he quedado en la silla clavada con lo de Clint Eastwood ¿vive en Tarta de Fresa? ¿pero por qué?

Veru.- te he respondido a tu correo!