SABADO 13

Os lo cuento en tres partes:

MAÑANA:

Había quedado con Lola para… ¡sacar again-otra vez mi coche-prestado del garaje! Que no sé si os conté que por tenerlo aparcado en la calle sin su pegatina de revisión anual, me pusieron una multa y lo tuve que esconder. Ahora con pegatina y todo, fuimos a sacarlo de nuevo. Así que ahí esperando en la parada del Bus ... Había quedado en hacer lo mismo el día anterior (viernes 12) y esperé dos autobuses diferentes durante una hora que se sumó a la que ya llegaba tarde y decidí llamar a Lola y contarle que había tomado una pésima decisión cuando decidió tener cualquier tipo de relación amistosa conmigo porque si ya en Madrid (con el metro que vuela) era impuntual, aquí que hasta las moscas son tan tranquilas que parecen una imagen congelada, pues ni contaros quiero. El viernes mientras esperaba se paró un tipo con una ranchera y vino directo a mí, yo estaba emocionada, no os creáis, pensando: ¿qué querrá este?, que se ha parado sólo para decirme algo. Pues lo que quería era ¡comentarme lo mal que estaban haciendo las obras en la calle en la que estábamos! porque habían cortado el tráfico sin planificación, etc. etc. Supongo que la versión americana de los viejitos que se quedan mirando a los obreros todo el día y comentando cómo va la obra, pero el tipo tuvo gracia, porque después de hablar un rato con mi lamentable inglés me dice: ¿eres inglesa, verdad? Justo, sí, eso soy. Se despidió, se volvió a meter en su ranchera y se largó. Lola y yo suspendimos la cita al sábado y estuve a punto de repetir jugada porque salí tardísimo, pero esta vez la suerte estaba de mi lado. Eso sí, no cogí el autobús sin que antes se me acercara un valenciano que llevaba dos años aquí pero nunca había cogido un autobús y me pidiera asesoramiento (je, je, je, ¡¡¡a mí!!!).
Ya en el garaje, me metí en el coche: “yo lo saco del garaje, yo lo saco” dando marcha atrás como solía hacerlo en mi ciudad natal; “al toque”, a Lola casi le da algo. Convenimos que mejor lo sacaba ella. Una vez fuera, a tomar un cafecito por lo bien que habíamos trabajado esa mañana ;) también se nos pegó un tipo, este súper peculiar, vasco de la parte francesa, sheriff!!! De no-sé-qué pueblo, ciudad de por aquí. Yo le vi que bebía los vientos por Lola, pero de pronto nos dimos cuenta de que estaba reservando una silla porque esperaba a alguien, 30 minutos después y varias historias familiares y lugares comunes sobre vivir en esta ciudad, llegó una mujer con su perro a la que no parece que le hiciéramos demasiada gracia, así que nos fuimos del Hidden Beverly Hills como llamó él a la zona de Santa Mónica Boulevard en la que estábamos, que es cierto que no tiene nada que envidiar a Beverly Hills, pero con menos turistas y menos fama.
Conduje el coche solita hasta casa y disfruté como una enana de él, como la seda, con la ventana del techo abierta, entrando el aire y el sol, viendo las avenidas llenas de árboles de lo más exótico, los cochazos que me rodeaban… la foto esta vez sí que es de él ¡sin matrícula por delante! ;)

TARDE:



Al Festival de Barbacoa que había montado en Santa Mónica, ¡¡en la playa!! Otra vez en autobús, porque el coche necesita revisión antes de salir con él y porque quería tomarme alguna cerveza. Autobús para allá y cuando me voy a bajar el conductor del autobús, de color y de unos 40 y pico, me da un papelito ¡¡con su número de teléfono, su nombre y diciéndome que era una preciosa Lady!! Casi me tropiezo con la acera para darme la vuelta a mirarle porque no lo había hecho hasta entonces. Me han contado, de todas maneras, que no es que yo sea un pibón (algo que ya me olía)sino que es más o menos normal que la gente haga eso por aquí, demasiada peli romántica a lo mejor.
Llegué una hora tarde, pero como había quedado con la pareja de españoles, pues sin problema. Me metí en el baño del Bubba Gump a cambiarme porque hacía un calor de infarto y pa-dentro. 10$ la entrada, un montón de carpas con carnaza por todas partes, gente bebiendo y comiendo y un grupo de lo más peculiar en el escenario, tocándose todas las canciones de “En la cuerda Floja” y alguna más que era difícil distinguir del resto. Estaba muy bien organizado aunque ya he visto que los americanos lo han puesto a parir porque había colas, dicen ellos: “interminables” a mí me parecieron de duración razonable para la gente que había. Je, je, me gustaría verles en el Festimad de 2007 cuando tocó Pearl Jam, que una amiga y yo casi nos lo perdemos por intentar coger un mini de cerveza para que el llevábamos más de hora y media (si no recuerdo mal) esperando, al final vimos el concierto sin mini ni nada. El plato de barbacoa era 10$ y la caña 5$ todo nos salió por 30$ y yo disfruté como la que más. Se podrán ver fotos algún día en el Flickr, pero no aún. Luego de camino a casa de Mike y Eva en el Beverly Hills no escondido, el que todos conocemos, un Salvadoreño nos estuvo contando cómo se descubrieron las ciudades que ahora conforman California y que querían que viniera el Rey de España a conmemorar que era un descubrimiento español. Yo que estaba temerosa de que nos fuera a contar como los españoles destrozamos sus tierras… esto en el autobús, por supuesto, que es donde suceden las cosas más interesantes. La casita en BVH una monada, me encantó, menos el suelo de moqueta, todo. Cuando anocheció nos fuimos a una exposición en los estudios de arte de Santa Mónica a la que nos había invitado Lola porque le habían ofrecido a última hora exponer a ella también, también cogimos un autobús y allí estaba de nuevo nuestro salvadoreño para seguir contándonos cosas, no es broma.

NOCHE:

De izquierda a derecha: Miguel, Rimi, el tal Fred, Lola y Eva.


La inauguración tenía buena pinta antes de entrar ya, estaba todo el parking lleno de coches, muchísima gente dentro. Había obras expuestas en las paredes de los pasillos y los artistas tenían las puertas de sus estudios abiertas para que viéramos sus obras. Vimos a Rimmy , que no sé si os conté que al final me hizo un par de fotos para hacer un cuadro con mi “cara renacentista” (si no fuera porque ya me lo habían dicho antes…) pero no había hecho el cuadro aún. Podéis ver sus obras pinchando encima de su nombre. Estuvimos con ella, que estaba súper graciosa, nos encontramos allí con mi compañera de piso y con Lola, por supuesto. Conocimos a un chico que no me quedó muy claro a qué se dedicaba, se llamaba Fred y nos invitó a un Show que iba a hacer en DownTown en Noviembre sobre América, le dijo a Lola que se asegurara de invitarme a mí, supongo que porque me vio pinta de americana con la camiseta de Super Woman (que no es que no tenga otra cosa que ponerme, es casualidad, la segunda vez que me la ponía). Pero vaya que me encargué de dejarle claro que yo era española, ñola, ñola. La parejita se lo pasó súper bien y yo también, pero algo nos sentó mal: la parrillada, el vino… no sé, y nos fuimos súper pronto. La foto es de la parejita en el estudio de Lola y de todos, menos yo, en el estudio de Rimi.