viernes, 3 de octubre de 2008

CLIC






Hola, tengo mil cosas por contar, pero es que la fiesta de inauguración de hoy me ha gustado mucho. Hoy se inauguraba el curso en el CLIC (las siglas son de Centro sobre Lenguaje Interacción y Cultura), que es mi vínculo oficial con la universidad de aquí. Ya hubo una inauguración de curso más oficial, pero también sin desperdicio, el miércoles pasado. Ahí comencé a conocer a los estudiantes de intercambio que están aquí este año de estancia pre o post doctorado, de Brasil, Israel, Chile e Italia. El catedrático del departamento, Duranti, es un crack y no paró de hacer bromas mientras presentaba a los miembros del departamento y a nosotros mismos. Había comida, bebida y buen ambiente, justo después tuvimos la primera sesión de: “yo soy tal, me llamo pascual, vengo de España y mi investigación va sobre tal…”
Bueno, la fiesta de hoy la daba mi tutora aquí, Candy Goodwin y su marido en la casita que tienen subiendo ligeramente por las montañas y no voy a especificar más porque tampoco es cuestión. Yo he llevado una botellita de vino, como buena española, y me he debido beber media botella como la mía yo sola porque estaba de muerte, un vino blanco californiano. Cuando he llegado ya antes de entrar en la casita he visto que tenían cosas para que se acercaran los colibríes y he pensado que era una fortuna que ya me hubiera acostumbrado a esas cosas porque de lo contrario no habría hablado con nadie, habría estado haciendo fotos sin parar. La casa era preciosa, distribuida y decorada con muchísimo gusto y muy sencilla. Su jardincito por delante y una especie de bosquecillo por detrás, donde tenía una terraza con vistas a un valle pequeñito lleno de árboles. Tenían plantas y flores por todas partes. Ya había mucha gente cuando yo llegué y mucha más que ha ido viniendo, había muchísima comida y bebida.
Me lo he pasado como una enana hablando con todo el mundo, resulta que había bastante gente que hablaba español, he descubierto que la chica italiana y yo llevamos vidas paralelas. Estas cosas, hemos empezado a hablar y no nos lo creíamos: el mismo tema de investigación (que ya es difícil), la misma edad, el mismo año de doctorado, el mismo departamento (también es psicóloga) la misma situación ¿sentimental? Mientras el resto de la fiesta andaba más o menos contando cosas sesudas, nosotras nos hemos hincado una cerveza que estaba espectacular “Sierra Nevada” del norte de California (sí, sí, media botella de vino y una cerveza, lleváis bien la cuenta) nos ha dado un ataque de “exaltación de la amistad” y nos ha faltado cantar alguna canción popular.
La fiesta estaba llena de parejitas súper jóvenes con hijos que hacían que la fiesta fuera mucho más divertida. Los anfitriones tenían tres perritos pequeñines muy curiosos y llevaban los dos (Candy y su marido) la misma camisa encima de la ropa normal. Era una camisa como mejicana, con bordados azules, yo he interpretado que tenía algo que ver con que fueran los anfitriones, seguramente alguna costumbre Maya que hayan conocido en alguno de sus viajes.
Bueno, casi sin darme cuenta la gente se ha empezado a ir (aquí una fiesta dura de 5pm. a 10pm.), cuando he visto que me quedaba sin gente conocida alrededor, he agarrado a los últimos que se iban y me he ido yo también. Aunque ya había pasado más de hora y media sin probar ni gota de alcohol y me había tomado dos cafés he ido conduciendo a paso de tortuga porque en España si cogía el coche es que no me tomaba ni una triste cerveza.
De regreso por estos barrios de Dios me ha dado el medio bajón (sí, en los escasos 10 minutos hasta mi casa) porque si os digo la verdad me encantaría que todos vivierais aquí y yo también, claro. Me encantan las casas con sus jardines, sus árboles, sus flores, su sitio para el coche… las calles sin tráfico… me parece un sitio precioso para vivir y me encantaría vivir aquí con vosotros/as.
Puestos a pedir también me gustaría que las relaciones profesor-alumno en la universidad fueran como lo son aquí; que un profesor haga una fiesta en su propia casa para celebrar el inicio de curso académico es una cosa que, en España, simplemente no sucede.
(Las fotos son del jardín de casa, me encontré a una ardilla cuando sacaba la cabeza por la ventana del baño y le hice un book).
¡¡Muchos besos!!

3 comentarios:

Nieves dijo...

Gema, acabo de leer tu nueva entrada, y no paro de imaginar el lugar que describes, que maravilla, como disfruto leyendo tu blog!!, ya sabes que no he viajado mucho...así que comparo
el lugar con libros, cuentos, que alguna vez leí...
Me alegro que hayas conocido a tu otro yo! je je...
Un beso y muchos recuerdos!

Anónimo dijo...

A mi me ha recordado tu tutora al culebros de dibujos animados que me tragué en la infacia "Candy, Candy". Espero que algún día en España el sector inmobiliario cambie las moles de bloques impersonales por vivienda unifamiliares (para que yo pueda tener un perruno en el jardín). Besicos

Talita dijo...

Qué mona Nieves!! yo la verdad es que buscaría como una loca una casa (unifamiliar de esas) en Madrid, pero ¿qué puede costar? ¿60 millones? jar, de las antiguas pesetas... ¿más? no se puede.