¡Inauguramos por fin la casa!
Era una idea que surgió nada más que llegué aquí, la idea fue de Tania, seguida de Lola que propuso hacer una paella, de esto había pasado más de un mes y este Domingo, por fin, fue la celebración. Invitados por mi parte sólo había una pareja, que llegaron a la española, tarde pero llegaron y me hizo mucha ilusión ¡¡por fin les conozco!! El resto, unos 20, eran algunos conocidos y otros no para mí, amigos de Lola o de Tania.
Todo empezó el sábado cuando fuimos a comprar los ingredientes. Estuvimos en una pescadería que nada tenía que ver con las españolas, podías comer en el mostrador de lo limpio que estaba. Un poco exagerado, yo eché de menos el caos de las pescaderías españolas. Nos recorrimos Santa Mónica buscando gambas con cabeza porque la cabeza era fundamental para que la paella estuviera buena y era imposible encontrarlas. Aquí las traen ya sin cabeza y, si te descuidas, peladas también. Al final la búsqueda continuó hasta el día siguiente y Tania las encontró en una especie de mercado chino que tengo muchas ganas de conocer. ¡Qué gracia! Las vendían de 4 en 4, a mi me dio risa, para rellenar el huequito de una muela.
Sacamos la Paellera y el invento para hacer fuego de los bajos de la casa de Lola y estuve buscando los cimientos porque alguno me habías dicho que las casas americanas no tenían cimientos y que, por eso, cuando había temporal se las llevaba un soplido y, efectivamente, yo no vi nada de cemento, sólo pequeñas vigas de madera y muchas arañas, bueno, muchas telas de araña.
Hicimos la primera parte del asunto el sábado (todo lo hizo Lola, no os voy a engañar) y el resto del marisco y el arroz el domingo.
El domingo yo me levanté emocionada con eso de la fiesta y me fui a comprar flores, compré como 4 ramos de flores: girasoles, flores amarillas, blancas, moradas, etc. Cuando llegó Tania también había comprado flores, nos metimos las dos en el estudio a rellenar floreros y nos quedamos sin floreros de la cantidad.
Pusimos la mesa del estudio en el patio de atrás y casi nos quedamos sin lumbares, Tania compró de todo: servilletas, manteles de madera, vasos de plástico, agua con y sin gas, vino, cerveza, ensalada, postre… y no me dejó pagar nada.
La gente llegó sobre las 6 de la tarde y a las 6:30 ya estábamos comiendo como posesos y ¡¡bebiendo!! porque al recoger las cosas al día siguiente descubrí que habían caído unas 7 botellas de vino ¡¡vaya saque!! Por cierto que todo el mundo quedó encantado y con ganas de repetir, algún que otro preguntó que si esto lo hacíamos todos los domingos en España y a Lola se le puso cara de dolor. Yo aproveché que casi nadie sabía lo bueno que estaba el socarrat y, en lugar de hacer promoción, me lo comí yo todo ;) Más fotos
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6 comentarios:
Jo, qué envidia de paella, la verdad que deberíamos hacerla todos los domingos y comerla con nuestros trajes de sevillanas. Si es que las buenas costumbres...
No dejes tu dieta mediterránea que Silvia está preocupada. Y cuando vengas en navidades te haremos una analítica para ver si eres apta para la chistorrada.
Muchos besos.
yo más que una análitica prefiero que me llevéis al monte, como las cabras.
Bueno, pero... ¿la paella estaba buena? es que con tanta gamba con cabeza y mejillón no se vé el arroz, jejejeejej. El próximo domingo bailas el chotis de Snows y un curso acelerado de castañuelas. (A mi nunca me has comprado flores, snif! y eso que yo también te he preparado cenitas, snif!).
A ver si te echas algún amigo de tu edad, que te veo que vas a venir más madura y cabal de lo que te fuiste, y eso no puede ser. Besitos
tienes m'as ra'on que una santa, o me echo alguna amiga despendolada, como era yo, o termino mi tesis aqu'i, se intentar'a, se intentar'a...
La paella preciosa pero las flores más, la verdad. Eso que hay en casi todos los floreros (se ve mejor en el de los girasoles) ¿qué es? ¿eucaliptus?
Y sí, estoy de acuerdo con Carmen, hay que comer paella en el jadín vestidas de sevillanas todos los domingos.
Y con Silvia también estoy agree: ¡busca amigas despendoladas!
Besos ibéricos de bellota
Ja ja ja ja ja ja! ni idea de lo que había en los floreros que no fueran flores pero te lo averigüo en cuanto pueda. Yo creo que me voy a disfrazar de sevillana satánica para Hallowin, me llevaré una pata de jamón en una mano y una jarra de sangría en la otra.
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