No he escrito en estos dos días porque he andado como loca buscando alojamiento sin suerte. Gracias a Dios me ha salido un ángel de la guarda aquí que mira por mí, su nombre es Lola y me estoy quedando en su casa, hoy he reunido fuerzas para contaros como fue mi ¡¡¡PRIMERA FIESTA CALIFORNIANA!!!
Me invitó Lola a la fiesta de cumpleaños de una amiga suya, directora de cine de origen hindú, cumplía 32 y la fiesta era en un chalecito (aquí seguro que tiene otro nombre porque hay tantos tipos de casas tipo “chalet” que la palabra se queda corta). Empezaba a las 5 de la tarde hora local, impensable en España para una fiesta. Todo era muy tranquilo con la música bajita, una mesa con comida de lo más peculiar (sobre todo lo que nosotros llamamos frutos del bosque de todo tipo que aquí se llevan mucho) y otra mesa con bebida. Lo que la diferenciaba de las fiestas españolas es que todo el mundo se te presentaba y hablabas un rato con cada persona, sobre todo contándoles a qué me dedicaba y ellos contándome a qué se dedicaban. Uno de los chicos de la fiesta (americano súper grande) bromeó diciéndome que aquí era muy común lo de preguntar a qué te dedicas y que a él siempre le había parecido un poco indiscreto. Según terminó le pregunté que a qué se dedicaba él: había adaptado una novela a guión de cine y andaba buscando un agente que lo llevara a la gran pantalla, o eso entendí. En general eran todos del gremio con los que yo hablé: novelistas, escritores de guiones, directores de cine, compositores, etc. Sólo había un par de personas más o menos de mi edad y sólo uno fue lo suficientemente simpático para aguantar una conversación larga conmigo a pesar de que no hablo un inglés perfecto. Era de familia asiática aunque había nacido aquí, sabía algo de español y me dio su tarjeta de presentación que era la primera página de la novela que ha escrito junto con sus datos de contacto. Un chico súper majo, me explicó que no podía vivir de escribir sólo y que trabajaba para Google, se llamaba Thomas y decía que normalmente le llamaban Tomi, Tomi Tung. Al final acabó diciéndome que iba a buscar algún sitio de tapas por Santa Mónica para sacarme de casa en el caso de que no tuviera muchos amigos aquí. La verdad es que hablé con bastante gente maja y el más dicharachero era un director de cine que me dio la bienvenida a los Estados Unidos como 7 veces, cada vez haciendo más bromas. Me lo pasé muy bien, descubrí que podía perfectamente mantener conversaciones en inglés y enterarme de todo, o casi todo, independientemente del acento del que me hablara. Sobre las 23:30 nos fuimos, a la fiesta le debían quedar pocos minutillos.
5 comentarios:
Toma fiesta. Me alegro mucho de que empieces a tener vida social.
Muchos besos.
Felicidades Gemilla, primera prueba social superada y con nota!!
Lo de mantener conversaciones en inglés cambiando todo el tiempo de acentos, bufff me agota tan sólo pensarlo.
Un abrazo y hablamos
Sí, se ma ha olvidado decir que me tomé tres vinos y un gin-tonic y al final a lo mejor yo percibía que me esptaba enterando y luego resulta que no ;D))
Oye, pues cómo me alegro de que funcione la vida social. Te veo ya metida en el mundillo del cine!!!! jajaja. Por cierto, ya me dijo Dani que no pudisteis quedar por allí porque las distancias son un infierno y tenías que ver un piso, era el cuchitril este???? Suerte con el tema
Besos
T
Claro que te enterabas, mujer, si un poco de alcohol es lo mejor para entenderse en idiomas!
Besitos
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